Puede que no haya algo más irritante que un ordenador lento, más aún durante el arranque. Eso de pulsar el botón de encendido y tener que esperar cinco minutos hasta poder hacer uso de nuestro sistema operativo. Esto sin duda alguna puede desesperar a cualquiera, sin embargo con el nuevo sistema operativo Windows 10, ha prometido a sus usuarios una mejora en el rendimiento, acortando considerablemente el tiempo de inicio del sistema durante el arranque del ordenador. Lo más sorprendente es que Windows 10 no solo es más rápido que las versiones anteriores del OS, sino que además mejora el rendimiento en ordenadores antiguo o lo que es lo mismo, con hardware que tenga varios años de uso.
Quizás también te sirva de ayuda: Como mejorar el rendimiento de Windows.
Dicho esto, si tu ordenador ya cuenta con Windows 10 y estás preocupado por el tiempo que tarda tu equipo en iniciar, debes saber que tu Windows 10 permite realizar una configuración para mejorar el inicio de tu ordenador. Esta función se llama Inicio Rápido y puede encontrarse en las opciones de energía. Concretamente si activamos esta opción lo que conseguiremos será la Iniciar nuestro equipo de manera más rápida después de apagarlos (No afecta al reinicio).
Activar el Inicio rápido de Windows 10.
Lo primero que tendremos que hacer será hacer clic con el botón derecho sobre el icono en forma de batería situado en la bandeja del Sistema. Esto desplegará un menú en el que tendremos que seleccionar la opción: Opciones de Energía.
Esto abrirá una nueva ventana en la que tendrás que prestar atención a la parte izquierda de la misma. Aquí encontrarás la opción: Elegir el comportamiento de los botones de inicio/apagado, en la que tendrás que hacer clic para acceder a ella.
En la nueva pantalla verás la opción en color azul: Cambiar la configuración actualmente no disponible. Es en ella en la que tendrás que hacer clic para poder acceder a la configuración de apagado.
Una vez que dicha configuración queda accesible (pasa de color gris a negro) solo tendrás que hacer clic en la en la casilla Activar Inicio Rápido (recomendado). De esta manera dicha opción quedará marcada y por consiguiente habilitada. No te olvides de hacer clic en el botón Guardar Cambios, para que la nueva configuración surta efecto.
Esto ayudará a reducir el tiempo que tardará tu sistema operativo Windows 10 en arrancar. Si aún así sigues sufriendo un inicio del sistema lento, es recomendable acceder y utilizar el Administrador de tareas de Windows para averiguar qué programas se inician durante el arranque del sistema o cuales son los causantes del bajo rendimiento de Windows 10. Puede que también te interese: Como saber el porqué tu PC o portátil es más lento de lo normal.
