Desde junio de 2025, todos los smartphones y tablets vendidos dentro de la Unión Europea tendrán que incorporar una etiqueta energética como parte de las nuevas regulaciones impulsadas por la Comisión Europa para extender la vida útil de los dispositivos, aumentar su reparabilidad y reducir su huella ambiental. Se trata de una medida inspirada en los modelos de etiquetado que ya existen para electrodomésticos, que le da mayor información a los usuarios a la hora de comprar un teléfono o tableta. Aquí te contamos lo que debes saber sobre las nuevas etiquetas.

Puntos Clave:

  1. El etiquetado será obligatorio a partir de junio de 2025 para smartphones y tablets e incluirá datos sobre eficiencia, batería, durabilidad y facilidad de reparación.
  2. También se obligará a los fabricantes a cumplir con requisitos técnicos de diseño ecológico para poder comercializar sus productos en el mercado europeo.

Conoce la importancia de la nueva regulación de la UE sobre el etiquetado de dispositivos electrónicos y lo que debes saber para entender estas etiquetas.

Qué dice la regulación de la Unión Europea sobre el etiquetado de smartphones y tablets

La nueva regulación establece dos pilares fundamentales. Por un lado, la etiqueta energética y, por el otro, los requisitos de ecodiseño que los fabricantes deben cumplir. Ambos serán obligatorios tanto para smartphones como para teléfonos básicos y tablets sin teclado físico.

Los dispositivos que quedan excluidos de la normativa son aquellos con pantallas enrollables y tablets con sistema operativo de escritorio (como Windows).

Pero, ¿cuáles son los requisitos de ecodiseño? Aquí abajo los mencionamos:

  • Las baterías deben mantener al menos el 80% de su capacidad tras 800 ciclos de carga.

  • Los equipos deben ser más resistentes a caídas accidentales, rayones y exposición al polvo y agua.

  • La marca debe asegurar la disponibilidad de piezas de repuesto indispensables en un plazo de 5 a 10 días hábiles y por al menos 7 años tras la salida del mercado del modelo.

  • Las actualizaciones del sistema operativo deben estar garantizadas por al menos 5 años desde la última unidad vendida.

  • Los servicios técnicos profesionales deben tener acceso al firmware y software necesario.

En simultáneo, la etiqueta energética exigirá que los productos indiquen claramente su eficiencia energética, la vida útil de la batería por carga, el nivel de resistencia a caídas, ciclos de carga soportados, una puntuación de reparabilidad y el nivel de protección contra polvo y agua.

Cómo entender las nuevas etiquetas de smartphones y tablets

Las etiquetas incluyen una escala de eficiencia energética muy sencilla de entender para cualquier usuario. La escala va desde la letra A (máxima eficiencia) hasta la letra G (mínima eficiencia).

Además, en la parte superior hay un código QR que lleva a la base de datos EPREL (Registro europeo de productos para el etiquetado energético), para obtener información más detallada.

En la parte inferior de la etiqueta, hay 5 datos adicionales asociados a la resistencia del equipo, la facilidad de reparación y la duración de la batería:

  1. Duración de batería por carga, indicado en horas y minutos.

  2. Clase de resistencia a caídas en una escala que va desde la A hasta la E.

  3. Puntuación de reparabilidad, es decir, qué tan fácil es reparar el dispositivo, también con una escala A-E.

  4. Número de ciclos de carga soportados manteniendo el 80% de la capacidad de la batería.

  5. Clasificación IP (Ingress Protection), que indica el nivel de resistencia a polvo y agua.

Qué resultados se esperan de esta regulación

De acuerdo a las estimaciones de un informe de la UE sobre ecodiseño (Ecodesign Impact Accounting Overview Report 2024), se espera que la combinación de etiquetado y requisitos técnicos genere importantes beneficios tanto para el medioambiente como para los consumidores.

En principio, debido al menor consumo de energía durante el uso de los dispositivos y una reducción en la producción a causa de la mayor duración de los mismos, el ahorro energético podría alcanzar los 2,2 TWh de electricidad en 2030, lo que representa un ahorro del 31% en comparación con un escenario sin estas medidas.

La caída en la frecuencia de compra de nuevos dispositivos gracias a la mayor capacidad de repararlos tendría un gran impacto sobre el bolsillo de los consumidores. Según el informe, podría haber una reducción de 20 mil millones de euros en gastos de los usuarios.

Por último, la comisión destaca que las nuevas regulaciones pueden servir para fomentar una cultura de consumo responsable, reparación y actualización, aspectos vitales para evitar el desperdicio y favorecer la sostenibilidad.

Conclusiones personales

Las nuevas etiquetas energéticas representan un paso importante para brindar mayor transparencia al usuario final. Ahora, antes de comprar un móvil o tableta, será posible saber no solo qué tan eficiente es o cuántas horas rinde la batería, sino además qué tan resistente y fácil de reparar es.

Estos datos ayudan a los consumidores de la UE a hacer una decisión más informada y son una buena manera de fomentar el consumo y uso responsable de la tecnología. En definitiva, es una noticia que beneficia a los consumidores y también al medio ambiente.