Hay muchas cosas que sólo se pueden hacer en un teléfono rooteado. Entre ellas, está usar algunas aplicaciones exclusivas. Siendo root también podemos aumentar la velocidad de nuestro smartphone, ahorrar más batería y memoria y usar otros programas. Entre todas las ventajas de las que goza un superusuario, hay un que destaca por encima de todas: poder instalar custom ROMs.